Un delincuente es
la persona que comete delitos y puede ser estudiado desde la perspectiva
sociológica o desde la perspectiva psicológica. Ninguna de las dos áreas de
análisis cubre todos los aspectos del fenómeno y no actúan como explicaciones
alternativas. Su relación es complementaria, proporcionando información sobre
diferentes aspectos de la conducta y ambas son necesarias para obtener una idea
general de las motivaciones de un individuo
CRIMINOLOGÍA:
Enfocado desde el punto de vista individual. Criminal es sinónimo de delincuente
CRIMINOLOGÍA:
Enfocado desde el punto de vista individual. Criminal es sinónimo de delincuente
Es un sujeto que no solamente puede
desarrollar una acción sancionada por el derecho penal,
sino que tiene una noción más amplia, es decir, que tiene un problema
psicológico, psíquico una razón para delinquir.
Para la criminología no
importa la figura, todos tienen un elemento físico y psicológico, una
determinación para llegar a cometer ese delito.
Criminológicamente se habla de
desviados ya que hay conductas que pueden desplegar personas que no son
sancionadas por el derecho penal, pero son conductas desviadas para la
criminología, todos serán considerados criminales y se estudiaran las causas
porque cometen un delito.
Para la criminología estas personas
(delincuentes) tienen características semejantes. La necesidad nace de:
Un entorno socioeconómico
desfavorable o vago
La tentación
De núcleos de hogares fracturados
JURÍDICO:
Se dice que una persona es un delincuente pues cometió un delito, o sea, un acto antijurídico que el Derecho o sistema legal de un Estado califica como tal, y sanciona con una pena.
JURÍDICO:
Se dice que una persona es un delincuente pues cometió un delito, o sea, un acto antijurídico que el Derecho o sistema legal de un Estado califica como tal, y sanciona con una pena.
Para que exista delito se requiere
que el Código Penal respectivo haya descrito la
conducta punible y que el hecho cometido se ajuste exactamente a la figura
legal. La ley ya debe estar dictada al momento de cometerse el acto
antijurídico, pues las leyes penales no se aplican a hechos cometidos antes de
su vigencia (son irretroactivas). Además, se necesita para que se configure la
calidad de delincuente, que haya una sentencia que lo condene como tal, luego
de un debido proceso, pues antes de la sentencia el procesado goza de la
garantía de su presunción de
inocencia.
Los delitos civiles son aquellos que se cometen con intención de
provocar el daño, en cambio los que se realizan con culpa o imprudencia, se
llaman cuasidelitos. Los delitos penales pueden ser dolosos o culposos según se
realicen con o sin intención de ejecutarlos.
En sede civil, se persigue que el
delincuente repare el daño ocasionado con el hecho ilícito. En sede penal se
persigue el castigo del delincuente, al que se impone una penalidad, por
ejemplo la de multa o prisión.
Para la escuela clásica el delincuente
no tiene características de un ser anormal, sino de
un ser con perfecta posibilidad de elegir sus acciones, y eligió cometer el
delito, el que debe ser sancionado en proporción al daño ocasionado.
Para el positivismo,
el delincuente presenta rasgos patológicos en su estructura psicofísica,
que lo determinan a cometer los hechos ilícitos. Es célebre la descripción de
Lombroso sobre las características físicas que presentan las personas
predeterminadas por la naturaleza a
ser delincuentes, a los que llama delincuentes natos; como protuberancia en frente y cerebro, ojos rasgados, pómulos
salientes. La defensa social es el motivo de la imposición de la pena a estas
personas, que en realidad no eligen ser delincuentes, sino que lo son, por
mandato natural.
Actualmente se acepta que si bien hay
factores genéticos predisponentes (no características físicas, sino patologías
de la conducta), el ambiente y la educación que
recibieron esas personan son fundamentales a la hora de convertirse en
delincuente. En general se dice que el delincuente no nace, sino que se hace.
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