Puede decirse sin género de duda que, el
delito, entendido de forma genérica como acto voluntario contrario a una
norma de tipo penal, forma parte consustancial con el género humano. Así pues,
afirmamos que el Hombre, por su mera existencia puede ser sujeto activo de una
acción delictiva.
También desde un punto de vista genérico
y, partiendo de la afirmación descrita en el párrafo anterior, cabe diferenciar
distintos tipos de delincuentes, No obstante, se ha de partir del concepto de
que “el delincuente es aquella persona que hace del delito su medio de
vida”.
La evolución histórica que ha seguido la
concepción de delincuente se ha caracterizado por la variación paralela de las
acepciones de delito y de ley, ambas íntimamente ligadas a la interpretación
política de las estructuras sociales y fundamentos de la autoridad.
Actualmente, desde el punto de vista estrictamente policial y eminentemente
operativo, podemos definir al delincuente como:
“Aquel individuo que, desobedeciendo el ordenamiento legal de la sociedad en
que vive, causa perjuicio al resto de los ciudadanos y a los demás elementos
que componen la estructura social, entre ellos el interés general”.
Existen múltiples formas de clasificar a los delincuentes. La actitud hacia el
delito, la carrera delictiva, los aspectos biológicos y hereditarios, los
motivos y el entorno legal son criterios que se pueden utilizar para definir
estructuras de clasificación. Como otras clasificaciones en las ciencias
sociales, estas nunca son perfectas y en muchos casos representan una
sobresimplificación del fenómeno. A pesar de lo anterior, son herramientas muy
útiles para realizar actividades como las evaluaciones de peligrosidad de los
individuos.
La siguiente tabla muestra una posible
clasificación de los delincuentes, considerando tanto factores de disposición
(preferencias) como de estado anímico.
Tipo
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Descripción
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Falta de disciplina social
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Son personas que no presentan
tendencias criminales pero tampoco pueden incorporar apropiadamente las
normas sociales.
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Criminal profesional y aversión al
trabajo
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Personas comúnmente afectadas por
trastornos de personalidad antisocial, incapaces de mantener relaciones
laborales estables que recurren al crimen para subsistir.
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Drogodependencia
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Los individuos dependientes de las
drogas recurren al crimen porque ven sus ingresos reducidos por las
dificultades para desempeñar un trabajo y sus gastos incrementados por su
necesidad de consumir dosis cada vez mayores de la droga.
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Escasa capacidad de resistencia
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Individuos socialmente adaptados pero
incapaces de resistir las incitaciones criminológicas del ambiente.
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Agresividad
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Los delincuentes por agresividad son
aquellos que tienen tendencia a descargar de forma física sus altos niveles
de excitación e irritabilidad.
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Falta de domino sexual
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Son personas que necesitan la
satisfacción inmediata de sus impulsos sexuales y carecen de las barreras
psíquicas necesarias para autocontrolarse.
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Crisis temporal
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Individuos adecuadamente adaptados a
la sociedad que de forma repentina o luego de vivir experiencias críticas
reaccionan cometiendo delitos.
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Reacciones primitivas
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La categoría de delincuencia por
reacciones primitivas incluye las personas inestables que sufre de fuertes
impulsos afectivos y las personas estables que reaccionan violentamente ante
estímulos específicos (disparadores).
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Convicción
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Los delincuentes por convicción violan la ley deliberadamente por
motivaciones a las que le dan un rango superior.
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Esta clasificación es informativa. Los
psicólogos forenses deben trabajar en el contexto establecido por el
ordenamiento legal al que asisten y este normalmente establece los diferentes
tipos de delincuentes o las clasificaciones a utilizar.
Otro aspecto importante a considerar,
independientemente de la clasificación utilizada, es que la asignación de un
individuo a una categoría no es permanente. No son rasgos invariables de la
personalidad. Una misma persona en dos momentos separados puede tener
motivaciones diferentes para delinquir dependiendo de las circunstancias en las
que se encuentra.
CÓMO SE CLASIFICA A LOS DELINCUENTES EN
MÉXICO
Es un hecho constatado que la
delincuencia y sus actores principales, los delincuentes, están en constante
evolución. Se adapta a cada tiempo, utilizando todos los adelantos técnicos
útiles para uso normal de la sociedad. De la misma forma se ha adaptado
miméticamente a todos los cambios sociales, políticos y estructurales de
nuestros días.
Así pues, en México, como en el resto de
la comunidad internacional, las técnicas delictivas se han visto
exponencialmente enriquecidas sin que ello suponga un olvido absoluto de las
anteriores.
Han quedado casi en el olvido aquellos
delitos esencialmente dirigidos contra la propiedad (robos y hurtos
principalmente o pequeñas estafas o timos). Sin duda también hay registrada una
abundante casuística de delitos graves contra la vida (homicidios y
asesinatos), pero obedecían a motivaciones (crímenes pasionales o desacuerdos en
lindes o herencias, los más abundantes) bien distintas a las actuales. Todos
ellos cometidos de forma individual o mínimamente grupal, teniendo estos
pequeños grupos como elemento cohesionador la étnia o el hecho de saberse
delincuentes y encontrarse entre iguales. La habilidad, el trabajo artesanal y
lo rudimentario de la preparación de los “golpes” a realizar, son las
características esenciales que identifican la delincuencia de aquellos años
“50” y “60”.
Nuestros primeros problemas graves (a
ños “70” y “80”) empiezan, como no, con el consumo de drogas, lo que,
lógicamente deviene en el nacimiento de los primeros grupos de traficantes,
denotando ya signos claros de organización estructural.
Sigue a esta situación, la llegada de
delincuentes extranjeros procedentes de Sudamérica, a los que se relaciona con
los delitos referidos a los llamados “medios de pago” y de distintos países
europeos, principalmente italianos y franceses, que planifican muy bien sus
“acciones”, están muy especializados en determinadas modalidades delictivas
(butrones, asaltos a blindados, etc.) al tiempo que emplean una gran
agresividad y violencia.
El desarrollo lógico de las situaciones
precedentes no puede ser otro que el asentamiento, como tal, de la denominada
“Delincuencia Organizada”, con todo lo que ello implica, esto es, los grupos
organizados están constituidos por individuos de diversas nacionalidades, la
actividad delictiva es múltiple y variada, hay claramente un reparto de tareas
a desarrollar por cada miembro de la organización y todo ello controlado por
una jerarquía perfectamente estructurada.
El salto cualitativo se da a partir de
los últimos años de la década de los “90”, explicado, en parte, por la
movilidad geográfica de los delincuentes aprovechando los reducidos controles
en las fronteras interiores. Así pues la “Transnacionalidad” es el
elemento esencial que identifica las nuevas formas de criminalidad.
Por tanto, el delincuente es, en
definitiva, un trasgresor de la norma de cultura. Pero, ¿cómo, cuándo y por qué
surge esta personalidad que lleva a tal comporta miento?
Grupos organizados, corrupción, un
estado de seguridad fallido, entre muchas otras cosas, cobra la vida de miles y
miles de personas cada año, situación que preocupa y altera el orden y paz en
la sociedad mexicana.
El Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC), es una organización
independiente y sin fines de lucro que trabaja día a día con la finalidad de
investigar y proponer ideas concretas y viables para lograr el desarrollo de México,
en todo sentido, a mediano y largo plazo.
Recientemente, esta asociación llevó a cabo un estudio titulado "8 Delitos
Primero, Índice Delictivo CIDAC", en donde tomando en cuenta varias
encuestas realizadas por otras instituciones, dan a conocer cuáles son las ocho
actividades delictivas a las que más temen los mexicanos.
Retomando este estudio, te decimos cuáles son esos eventos violentos que tienen
la peor percepción por parte de la sociedad.
1. Secuestro. Según mexicodenuncia.org, a partir de 2003, este delito en
nuestro país se incrementó en un 300 por ciento e incluso se sabe que en 2011,
se cometieron 45 secuestros por día. Las bandas encargadas de cometer este acto
han evolucionado de tal forma, que obstaculizan el trabajo de las autoridades
para atraparlos.
Este estudio reveló que por cada dos secuestros que ocurren en nuestro país,
aproximadamente un millón de mexicanos se sientes más inseguros. Esto ha hecho
que la sociedad modifique sus hábitos de vida, ya que el 44 por ciento de la
población dejó de salir de noche por miedo y como prevención de no ser víctima
de este tipo de delito.
2. Homicidios relacionados con el crimen organizado. Según datos de la
Procuraduría General de la República (PGR), publicados por El Universal, en los
últimos cinco años han muerto 47 mil 515 personas a manos de grupos delictivos,
situación que ha creado, hasta cierto punto, pánico colectivo, siendo el acto
delictivo al que más miedo le tiene la población en general.
Los estados de Nayarit, Sinaloa, Guerrero, Tamaulipas, Durango y Chihuahua, son
en donde la gente siente mayor temor de verse relacionado en esta situación.
3. Lesión con arma blanca. Entendemos por arma blanca aquellos
instrumentos lesivos que poseen filo, punta o ambos, que producen heridas, ya
sean leves o graves, y que muchas veces son utilizados por los delincuentes
para llevar a cabo algún atraco.
Sufrir un ataque con este tipo de artilugios es el tercer delito al que más le
temen los mexicanos, incluso un 25 por ciento de la población dejó de salir a
los parques a ejercitarse por miedo.
4. Extorsión. De seguro no te has librado de recibir una llamada
telefónica de alguien que finge ser tu familiar, quien llora desesperadamente
diciendo que ha sido secuestrado y que necesita que entregues una fuerte
cantidad de dinero para que lo dejen en libertad.
¿Sabes qué hacer para no ser víctima de este tipo de delincuencia?
Lachabela.wordpress.com recomienda estas acciones: no dar datos personales, no
depositar dinero, comunicarte lo más pronto posible con tus parientes para
corroborar que estén bien y no permitir el ingreso de extraños a nuestras casas.
5. Robo con violencia. Este delito sucede cuando alguien le quita una
pertenencia u objeto a otro atacándolo de manera directa con la ayuda de
distintos instrumentos. Penosamente, en 2010, México ocupaba el primer sitio en
todo el mundo en cuanto a este problema.
El robo es el delito más común en toda la República y por lo general, hay uso
de violencia cuando se lleva a cabo en el transporte público, viajando en el
auto, saliendo del cajero, en bancos y distintos comercios, por medio del uso y
amenaza con armas de fuego.
Como consecuencia, el 52 por ciento de la población dejó de utilizar y salir a
la calle con joyas que pudieran llamar la atención de los rateros.
6. Robo sin violencia. Es cuando alguien se apodera de las pertenencias de
alguien más, sin hacer uso de la fuerza o intimidación; es decir, cuando sales
de algún lado y te percatas que a tu automóvil le hace falta una llanta o
espejo, o bien, te arrebatan la bolsa mientras caminas por la calle.
Nuevo León, Oaxaca, Estado de México, Coahuila, Quintana Roo y Michoacán son
los estados en donde la gente cree que el país es más inseguro, al conocer o
ser víctimas de este tipo de delito.
7. Robo de vehículo con violencia. Según estadísticas del año pasado, 82
mil 510 vehículos asegurados fueron robados en todo el país; 54 por ciento de
estos ocurrieron con violencia, sobre todo en entidades como Estado de México,
Nuevo León, DF, Sinaloa Chihuahua y Jalisco.
Este tipo de robos con violencia, en donde el delincuente va armado, ocurre
frecuentemente en semáforos o cuando la gente va a estacionar el coche.
8. Robo de vehículo sin violencia. Del total de vehículos robados en 2011,
46 por cieno fueron sin utilizar violencia, es decir, ocurrieron en el interior
de grandes unidades habitacionales, zonas comerciales y oficinas, en donde el
coche pasa muchas horas estacionado en la calle, lo que propicia que el
delincuente tenga el tiempo suficiente para llevárselo.